Comunicación y asertividad, dos palabras que pueden parecer evidentes, pero a la hora del té, no practicamos.
Vamos primero a hablar de sus extremos: pasividad y agresividad.
La pasividad se hace evidente, cuando dejas que las opiniones, e incluso las acciones de los demás, influyan en ti a pesar de estar en contra. Precisamente en esos momentos en los que quisiste decir o hacer algo, pero por temor a la reacción, rechazo o el desatar una pelea monumental, omitiste.
“¿Puedes hacer mi trabajo?
Tú interno yo dice: no, no quiero. Pero..
Lo que dices: Si, por supuesto.”
Allí, en esos momentos es donde te estás siendo pasivamente infiel.
Ahora vamos con la agresividad, ese momento en el que te sientes vulnerable y simplemente R-E-A-C-C-I-O-N-A-S. En definitiva, no es un estado muy deseable, ya que tus emociones están a flor de piel y sin reflexión puedes hacer o decir cosas, que más tarde cargarán arrepentimiento.
La agresividad también puede suceder de un momento a otro, si estás demasiado tiempo en la pasividad, cuando tu vaso llega a la última gota o te desbordas “aparentemente” sin ningún motivo y escuchas expresiones en tu alrededor cómo: ¡Se reveló! O ¿Qué le pasa?, Ud. nunca es así.
¿Cuanta diferencia en sus significados, verdad? Pareciera que mil años luz separasen sus estados, pero paradójicamente así como del odio al amor, solo hay un paso.
Te estarás preguntando, ¿Cuál es la solución entonces? y la respuesta es: ASERTIVIDAD.
Así como el blanco y negro tiene gris, norte y sur tiene centro, el ser humano tiene ombligo o el día y la noche tiene tarde; la comunicación tiene a la asertividad, ese punto medio, que ayuda al equilibrio, la justicia y la congruencia.
La asertividad significa com
prender tus necesidades, hacerte cargo de tus emociones, escuchar lo que quieres y en última instancia COMPRENDER de que color están viendo los ojos de los demás.
Pero…¿Cómo poder ser asertivo en este mundo de dualidades? Vamos con 4 pasos que te ayudarán a mejorar los resultados
La comunicación asertiva no es una forma resignada de decir SI ni una forma bonita de decir NO; tampoco es un pretexto para defender tus creencias; es una manera de relacionarte con respeto hacia los demás y en primera instancia, hacia ti.
“La asertividad no es lo que haces, es lo que eres”